La entrada habitual para acceder al templo se encuentra al sur y para llegar a ella hay que subir una cuestecita que los lorquinos llaman “el Carrerón de San Patricio”. Cuando las obras de la Colegiata estuvieron bastante avanzadas en el siglo XVI, se inutilizó ese primitivo acceso y se levantó el Carrerón para salvar el desnivel con la plaza y así entrar a la iglesia por la puerta lateral.
La fachada que da a la Plaza de España fue levantada en torno a 1586, bajo la dirección del maestro de obras Lorenzo de Goenaga. Concebida a modo de arco de triunfo, está compuesta por dos cuerpos. El primero contiene el acceso a la colegiata y el segundo cuerpo alberga tres hornacinas que hallamos las imágenes de la Inmaculada Concepción en el centro, flanqueada por una escultura de San Francisco y otra de San Antonio.
La fachada principal de la Colegiata de San Patricio fue levantada entre 1694 y 1710 por el arquitecto José Vallés, aunque también intervinieron otros artistas entre los que destacan Alfonso Ortiz de la Jara, Salvador y Diego de Mora o Pedro Sánchez Fortún.
En la decoración escultórica de la fachada trabajaron Agustín Pareja y Jerónimo y Salvador Caballero. Se desconoce al autor de los bellos angelitos que aparecen en los arcos del primer cuerpo, pero el padre Morote alude a un artista flamenco que trabajó en Versalles para Luis XIV.
En el segundo cuerpo aparece San Patricio, titular de la Colegiata, y en el tercero resalta la Virgen del Alcázar, primera patrona de Lorca. En el frontón triangular que sirve de remate, el Espíritu Santo.
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